miércoles, diciembre 30, 2009

He dormido, por fin.

Supongo que hoy será un buen día, he dormido toda la noche sin despertarme a las cinco de la mañana, o no he soñado cualquier barbaridad. Eso es demasiado bueno para mi, y ayer sali a correr unos 50 minutos, me hubiera gustado más, pero hoy será más tiempo. Saldré todos los dias a correr para que en la noche volver cansadísima y así poder dormir, de una vez por todas, tranquila.

Hoy no quiero mirarme en ningún espejo, no quiero que mi día se estropee. En la mañana vi un concurso de mujeres de 18 a 20 años, que participaban para ser modelos. Enserio eran increiblemente flacas, se les notaban sus costillas, clavículas, y huesos del codo. Sé que nunca se me notarán a mi así, pero lo deseo tanto *-*. Pero lo haré de la forma correcta, hace dos años empezé terriblemente mal, lo quería todo YA! Pero supongo que he madurado, y lo haré todo lentamente, con paciencia, como debe ser. Por mucho que la esquelética figura de Ana me persiga día y noche, no la escucharé.

Una amiga subió una foto mía en la que no me veía taaan gorda, pero supuse que por el color negro que siempre uso y los efectos de la luz, ayudaron a que disimulara todo. Ojalá fuera como me vi en la foto, bueno.. Tampoco me vi flaca, como quiero estar, pero era pasable. Ay Dios mío.

domingo, diciembre 27, 2009

Te diré, lamentablemente.



El solo hecho de escribir, me abruma. Tengo la impresion de que nadie leerá esto, pero publicarlo me ayuda. Supongo.


Eres una de las mejores personas del que he conocido en mi vida, nunca nadie será como tu. Eres tan distinto, tan encantadoramente tímido en ocasiones. Pero nos apresuramos demasiado, tu lo sabes pero no te sientes capaz de reconocerlo. Yo lo hago por los dos.


Y ahora que he hablado realmente contigo descubrí que eres demasiado para mi, en todos los aspectos. Te tengo un gran cariño, incluso podríamos ser los mejores amigos, pero no algo masm como ahora lo somos. Tengo deseos de decirtelo, pero de imaginarme el momento en que me mires con esos ojos tan verdes, me moriré de la culpa y la pena.


Te diré lo siento, y lo haré desde lo profundo de mi corazon. Te diré que nos llevamos tan poco conociéndo, que no somos el uno para el otro. Te diré que te quiero, pero no de esa forma necesaria para una relación. También te diré que podríamos ser amigos, y eso es lo que quiero, con toda mi alma.


Todavía recuerdo las palabras de tu mejor amiga, espero que no lo hagas sufrir, el no se merece esto. Y, por la mierda, lo sé. Sé que no te mereces esto, tienes derecho a odiarme todo lo que quieras.


Cometí el error de contarle a mi hermano lo sucedido, y él tan genitlmente me dice "pero que maricona eres", y losé, pero no me imaginaba que iba doler tanto escucharlo de otra persona. Será peor cuando te diga que no quiero seguir con nuestra relacion, que casi no lo parece, pero al fin y al cabo lo es.


Tengo tanto miedo, lo admito, a que me odies, a que me veas con una mirada de dolor profundo. Tengo miedo, y nadie puede hacer nada, por mas que lo intentan, nadie puede hacer nada.


Esto nos pasa por mi cobardía y por la influencia de tus amigos a hacer las cosas apresuradas, no debimos dejarnos influenciar, no debimos. Pero la mayor culpable aui soy yo, que sin quererlo te ilucionó.


Te suplico que me perdones, porque yo no caigo en mi de culpabilidad y pena. Es todo. Lamentablemente.

sábado, diciembre 12, 2009

Estaba recordando.



Ya no te puedo recordar, y si lo hago, tu recuerdo ya no duele. Así de simple. Ahora te recuerdo con nostalgia, pensando en lo.. ingenua que era. Sin embargo me gustabas, y mucho. Pero me impresiona el poder de la atracción física, que te hace creer que es amor. Quizás lo fue, no lo sé realmente. Pero... tu recuerdo ya no duele, como antaño. Adiós, M.
Con cariño,
A.

sábado, agosto 29, 2009

Nuestras calles.

Cada vez que camino por esas calles me acuerdo de ti, y eso es patético. Cuando llego junto a ese negocio, recuerdo cuando ibas a comprar cigarros y me silvabas de una calle a otra para llamarme. O cuando paso junto a esas escaleras recuerdo cuando nos sentabamos a conversar. Recuerdo, también, aquella plaza en donde nos sentabamos y te me acariciabas cariñosamente la espalda, yo hacía como si no sintiera nada, pero tú sabías que sí lo hacía.
Recuerdo, como siempre repetías que me querías, pero en el fondo sabíamos que no lo hacías. Y sabíamos los dos que yo te quería, mucho. Recuerdo cuando me contaste lo de tu polola, te sonreí. La quieres y ella a ti, y tú sonreíste con tus ojos verdes brillando. En ese momento te odié a ti y a tus ojos con toda mi alma.
Y me miraste, con lástima. Y yo te miré tan friamente, obligándote a que no lo hicieras, porque yo podría ser dos años menor que tú, pero soy fuerte y no lloraré por alguien como tú, no te lo mereces.
Soy tan patética, nunca entendí porque me viste como me viste, sabiendo que ella era un mejor partido. Tengo razón, nunca me miraste, nunca me escuchaste, nunca me quisiste como yo a ti, y los dos lo sabemos.
Ahora pienso que será difícil no acordarme de ti pasando cada fin de semana por nuestras calle, por nuestros rincones.
Tú no me quieres, dije sin mirarte a los ojos, entendiendo la razón. Tú no me respondiste nada, y mi corazón lloró en silencio.
Hoy es un día en el que pienso que todos estos recuerdos no valen la pena. Que nuestras calles no valen la pena. Para mi has muerto la vez en que me cambié de casa y nuestras calles quedaron atrás, en el pasado, en el olvido. Para siempre.

domingo, agosto 23, 2009

Sometimes

Es raro, todo.